viernes, 22 de enero de 2016

EL CHAPO, EL DEEP STATE Y MAS


Las fuerzas de seguridad mexicanas atraparon días pasados al criminal El Chapo en la provincia de Durango. Por lo visto, la pista surgió con  motivo de que el “fuera de la ley” quería grabar una película biográfica. Este individuo protagonizó hace unos meses una fuga de película desde la cárcel en que se encontraba, poniendo en jaque al presidente y a todo el status quo de aquel país. 

En Estados Unidos de América llaman Deep State o Estado Profundo (estado oculto) a la maquinaria política que en la sombra maneja los hilos de la verdadera política norteamericana, tanto dentro como fuera de sus fronteras. Es decir, quien marca el ritmo en el devenir yankee no es Obama sino que se trata de un grupito formado por las sucursales del Pentágono, empresas tipo Google, el conglomerado Wall Street y algún que otro poderoso juzgado, con las espaldas cubiertas. Ellos son los que mueven, cual si fueran marionetas,a  los personajes que periódicamente los ciudadanos eligen como sus gobernantes. 


¿Qué tipo de película quería rodar El Chapo? ¿La que retrataba el  estado oculto de Mexico, considerándose él uno de sus miembros? Si así fuera, no cabe la menor duda de que es un tipo bragado. Porque debe de saber que, mientras sus sucios negocios ayuden a quienes forman ese submundo corrupto y poderoso, su vida no correrá peligro. En caso contrario, una bala anónima le quitará de en medio, ya que el estado oculto no paga a los traidores. 

¿Y en qué se andará Rajoy tras su fracaso electoral y el órdago independentista? Seguro que para ahora ya tiene las instrucciones encima de la mesa.

Traducción del original en euskera, que publiqué en mi blog Etorkizuna Etorkizun el 11 de enero de 2016.
 

viernes, 8 de enero de 2016

CRECIENDO EN EXPERIENCIA



En cantidad de ocasiones hemos deseado quemar en alguna hipotética hoguera los malos momentos del viejo año, pensando de esa manera que el camino en la vida se nos haría más llevadero. Pero la cruda realidad es que, encaramados en la atalaya creciente de las propias vivencias, al año que comienza lo saludamos desde similares coordenadas a las del que nos ha dejado para siempre.

Si verdaderamente se pudieran eliminar de un plumazo las frustraciones, los intentos baldíos y las sorpresas desagradables de los doce últimos meses, de seguro el avance resultaría más ligero, pero en la práctica conocemos que caminamos con la mochila de la experiencia a nuestras espaldas, observando lo que nos viene desde un conocimiento más y más pesado, con lo que ello supone de ventaja e inconveniente.
 
Una hoguera de vivencias no allanaría el camino. Y si no, preguntarle al amigo Delfín, que brindó el último día del año por todos nosotros. Lleva noventa y nueve fuegos de errepuierre y en cada ocasión lo ha prendido en la esperanza de uno nuevo, sabiendo que mientras llegue el momento su experiencia se verá enriquecida con nuevas caídas y saltos hacia adelante.

Traducción del original en euskera, que publiqué en mi blog Etorkizuna Etorkizun el 4 de enero de 2016.

Fotografía: JMVM