viernes, 22 de abril de 2016

CONCILIACION



Entendemos por esa palabra el hecho de hacer compatibles dos personas o elementos. Y ese es, precisamente, el tema de conversación que día a día se hace más normal en nuestras relaciones sociales. Hay que conciliar el trabajo y la vida familiar, decimos convencidos de nuestras palabras. Y parece que una gran mayoría estamos de acuerdo con tal tesis, pero…

Pienso que la conciliación debe comenzar desde uno mismo, y que individualmente hemos de cambiar esa especie de gen de incompatibilidad que todos llevamos. Lo que la sociedad no ha valorado ni tenido en cuenta hasta ahora no va a cambiar  por arte de magia. Debe producirse un salto cualitativo importante en nuestra forma de pensar y vivir. Afortunadamente cada vez somos más los que pensamos que la conciliación podría (y debería) convertirse en derecho natural fundamental, para no vernos abocados a la alienación más angustiosa por mor de la ocupación laboral (o de la falta de ella)


Quienes, por razones de calendario, somos testigos del crecimiento de nuestros nietos/as sabemos de la riqueza afectiva que supone la relación establecida entre nosotros. Precisamente, me atrevería a generalizar, riqueza que por un montón de razones (algunas objetivas, muchas subjetivas) generadas por nosotros mismos, no fuimos capaces de gozar con nuestros hijos/as. Por eso mismo, ¿no es hora de que se establezcan las condiciones para que la satisfacción que en nuestro caso se da, pueda florecer entre hijos/as y sus respectivos progenitores? El objetivo no es fácil, pero nadie llega a la meta sin comenzar la carrera.


Fotografías


 
Traducción del original en euskera, que publiqué en mi blog Etorkizuna Etorkizun el 21 de marzo de 2016.

viernes, 15 de abril de 2016

LOS OFF SHORE (CASTA)



"¡Pon un off shore en tu vida!" Ese ha debido de ser el eslogan que ha circulado durante décadas en determinados círculos, para mantener bien escondidos los dineros que sobran y dejar a los réditos (¡Jesús, que terminología tan arcaica la mía!) libres de la insaciabilidad de los impuestos. Porque está más que probado que los únicos que, cristianamente, cumplimos con las obligaciones tributarias (¿tendrá algo que ver con ser solidario?) somos los de las escalas más bajas en la pirámide impositiva. La nobleza, la oligarquía y aquellos a los que los dioses terrenales protegen están exentos de tal enojosa obligación.

Monta un “off shore” y no te preocupes por lo que pueda venir después. Siempre te quedará la excusa de ETA, auténtico salvavidas para los que han puesto alas al dinero. Si no, preguntar a la borbón...

Está claro que no eres nada si tu nombre no aparece en la lista Panamá. Por lo tanto, muévete y sube al tren (mejor al avión) de los “crème de la crème”

Traducción del original en euskera, que publiqué en mi blog Etorkizuna Etorkizun el 11 de abril de 2016.

viernes, 1 de abril de 2016

BUSCANDO LA DEMOCRACIA



Oimos y leemos con frecuencia en algunos medios – no en todos- que hay que democratizar Europa. Es una constatación que la idea que la mayoría de los ciudadanos hemos tenido y tenemos sobre Europa se aleja más y más de la que se está gestando en el puchero político  de Bruselas. Y la diferencia entre las dos – los funcionarios sesudos europeos lo llaman gap- crece a cada hora que pasa. El desencuentro político que en estos momentos está sucediendo en España es, entre otras, consecuencia de esa Europa política presa de intereses muy particulares.

Ignacio Ramonet director de “Le Monde Diplomatique” decía hace una fechas que la Unión Eropea está diseñada para que los poderes empresariales y financieros mantengan su superioridad. Subrayaba además que el márgen político es prácticamente nulo. Coincido con Ramonet  al manifestar que los ciudadanos hemos dado la espalda al proyecto europeo. Lo que acabamos de ver desde nuestra pasividad alrededor de la vergonzosa negociación con el Reino Unido no hay quien lo entienda. Y hemos seguido siendo pasivos en ese lamentable espectáculo que los políticos estatales nos han ofrecido desde las Cortes de Madrid.

Pero no podemos quedarnos en desencanto y palabras estériles. Eso es, precisamente, lo que querrían los todopoderosos. Nos toca no cejar en el empeño, sabiendo de antemano que el objetivo es difícil. Pero es que, desde que se inventó la democracia, ése es el destino del individuo de a pie, débil actuando de manera aislada. Y aún seguimos en el camino, en busca de la verdadera democracia.


Traducción del original en euskera, que publiqué en mi blog Etorkizuna Etorkizun el 7 de marzo de 2016.