viernes, 22 de julio de 2016

VOCACIONES OCULTAS. VICENTE GOIKOETXEA



Los estudios preparatorios que realizamos antes de abordar el mundo laboral no garantizan, ni mucho menos, que nuestra vida profesional se encamine por el sendero marcado por aquellos. Existen varias razones: la primera, que acertar con los estudios suele resultar una especie de lotería. La vocación es cosa de muy pocos elegidos, mientras que la inmensa mayoría quedamos con la duda de si habremos dado en la diana. Por otro lado está el que, aunque se haya acertado en la elección, la aplicación profesional de los conocimientos teóricos adquiridos con los estudios depende del mercado de trabajo y de alguna otra circunstancia. 

Todo eso viene a mi mente con motivo del centenario que en el presente año se celebra de la muerte del insigne compositor vasco Vicente Goikoetxea y tras comprobar cuáles fueron sus diversas experiencias formativas y laborales. 

En su casa natal de Aramaiona se dedicó en su juventud a la hostelería. Tras ello cursó estudios de leyes y se preparó para ejercer como notario. Cierto día abandonó todo ello para realizar estudios eclesiásticos. Y tras ordenarse como sacerdote abrazó en cuerpo y alma la musica culta. 

Goikoetxea ha pasado a la historia musical europea como gran compositor. Seguramente habría sido un buen notario pero fue la  música la que lo elevó al olimpo de los elegidos.

Traducción del original en euskera, que publiqué en mi blog Etorkizuna Etorkizun el 13 de junio de 2016.

Fotos: JMVM
 

viernes, 1 de julio de 2016

LAS BOMBAS CAEN DEL INFIERNO



Aún no ha desaparecido de mi memoria los ecos del insustancial discurso que Obama ofreció en Hiroshima con motivo del aniversario de haber hecho explotar sobre aquella ciudad la bomba atómica. He de confesar que el presidente norteamericano hizo concebir en mí algún tipo de esperanza de cambio cuando fue elegido para el cargo hace ocho años. Pero como sucedió con todos sus antecesores, la desilusión es máxima tras su periplo presidencial. 

¡No Obama, no! A Hiroshima no cayó, como tú dijiste, la muerte del cielo, sino que lo hizo desde el infierno. Ante los ojos de un mundo incrédulo y horrorizado los aviones norteamericanos llevaron la muerte a miles de ciudadanos, y eso no podía provenir del cielo.

Al igual que había sucedido ocho años antes en Gernika, arrasado sin contemplación por el dueto Franco-Hitler, en 1945 fueron los Estados Unidos de América los que bombardearon aquella ciudad japonesa, sin que les temblara el pulso. El cielo no provoca guerras, sino que son las mentes enfermas de hombres y mujeres empeñados en mostrar su superioridad.


Quienes no piensan más que en ello deberían ser motivo de tratamiento psiquiátrico e internados en el infierno de un manicomio sin opción a salida.

Traducción del original en euskera, que publiqué en mi blog Etorkizuna Etorkizun el 6 de junio de 2016.