viernes, 1 de abril de 2016

BUSCANDO LA DEMOCRACIA



Oimos y leemos con frecuencia en algunos medios – no en todos- que hay que democratizar Europa. Es una constatación que la idea que la mayoría de los ciudadanos hemos tenido y tenemos sobre Europa se aleja más y más de la que se está gestando en el puchero político  de Bruselas. Y la diferencia entre las dos – los funcionarios sesudos europeos lo llaman gap- crece a cada hora que pasa. El desencuentro político que en estos momentos está sucediendo en España es, entre otras, consecuencia de esa Europa política presa de intereses muy particulares.

Ignacio Ramonet director de “Le Monde Diplomatique” decía hace una fechas que la Unión Eropea está diseñada para que los poderes empresariales y financieros mantengan su superioridad. Subrayaba además que el márgen político es prácticamente nulo. Coincido con Ramonet  al manifestar que los ciudadanos hemos dado la espalda al proyecto europeo. Lo que acabamos de ver desde nuestra pasividad alrededor de la vergonzosa negociación con el Reino Unido no hay quien lo entienda. Y hemos seguido siendo pasivos en ese lamentable espectáculo que los políticos estatales nos han ofrecido desde las Cortes de Madrid.

Pero no podemos quedarnos en desencanto y palabras estériles. Eso es, precisamente, lo que querrían los todopoderosos. Nos toca no cejar en el empeño, sabiendo de antemano que el objetivo es difícil. Pero es que, desde que se inventó la democracia, ése es el destino del individuo de a pie, débil actuando de manera aislada. Y aún seguimos en el camino, en busca de la verdadera democracia.


Traducción del original en euskera, que publiqué en mi blog Etorkizuna Etorkizun el 7 de marzo de 2016.

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