Uno de los momentos más atrevidos de mi trayectoria como escritor fue el que me llevó hasta el obispo José María Setién, para mantener con él una entrevista para la revista digital Euskonews en 2008. Quería llevar a cabo trece encuentros con otros tantos protagonistas de los cuarenta últimos años en la historia de la sociedad vasca, y obviamente Setién era uno de ellos.
Preparé con mimo la entrevista que iba a girar alrededor de temas sobre los que yo no era experto. Acudí tocado de un cierto nerviosismo, pero fue el propio Setién quien trazó entre nosotros un puente anímico que facilitó mi empresa.
La entrevista, junto a las otras doce, las recogí en mi libro "Badok hamairu" que lo presenté en el Palacio Miramar, y al acto asistió Setién con los otros protagonistas. El obispo quedó bastante impresionado cuando confesé que había encontrado en él un hombre cercano, cálido, muy lejos de la definición que acostumbrábamos a leer y escuchar sobre él. No era exageración por mi parte. Y soy consciente de que Setién hizo aquel día lo necesario para que su superioridad sobre mí no quedara tan a la luz.
Ahora que José María Setién nos ha abandonado físicamente, he querido recuperar aquella entrevista y tener un recuerdo con aquel guía y líder de la iglesia que cierto día tuvo a bien charlar conmigo.
Castellano:
Fotografía: Ekain Velez de Mendizabal