viernes, 26 de junio de 2015

OFICIO: ABUELO/ABUELA



Está demostrado que no es tan elevado el porcentaje de las personas que se encuentran a gusto con su trabajo. En mi caso particular, durante cuarenta y cinco años de trayectoria laboral he tenido de todo, y la relación anímica con mi quehacer diario ha estado sujeta a las circunstancias del momento, siendo éstas las que han marcado el mayor o menor grado de satisfacción laboral. Si tuviera que confeccionar el balance de compensación no económica en mi vida profesional, sin duda resultaría positivo, pero aparecerían algunas sombras que en determinadas épocas me marcaron negativamente. 

Sin embargo, en la actualidad tengo el oficio de abuelo y si bien hay momentos en que las circunstancias siguen dando bastante guerra, las recompensas morales se suceden una tras otra. No creo que exista un oficio que dé más alegrías y placeres que el de abuelo/a. 
 
He de confesar que antes de recibir el título que llevo con orgullo no podía imaginar que este oficio fuera capaz de producir tanta riqueza a quien lo ejerce. Y si bien todo el mundo puede gozar de los nietos ajenos – y en ese sentido subrayo que he sido muy afortunado- nada es capaz de alcanzar la maravillosa sensación que produce la relación afectiva con el propio nieto/a.  

De todos modos, ya me han avisado de que ejercer de abuelo/a tiene una fecha de caducidad, es decir, que no es para siempre. Por eso hay que aprovechar todos los momentos que ofrece el oficio más bonito del mundo. Palabra de abuelo.

 
Traducción del original en euskera, que publiqué en mi blog Etorkizuna Etorkizun el 11 de mayo de 2015.


Argazkiak: www.que.es
 




viernes, 19 de junio de 2015

ALGO BUENO YA HEMOS HECHO



Estamos acostumbrados a las noticias negativas y desmoralizantes. Tengo la impresión de que también yo, en este rinconcito desde donde me dirijo a la red he firmado demasiadas reflexiones nada positivas, y ha habido veces en que me he arrepentido, aun siendo consciente de que el mundo que nos rodea no ofrece muchas oportunidades a la sonrisa. 

Es cosa sabida que la salud no vende en los medios. La tragedia y el lado oscuro son excelentes abonos para lograr una mayor tirada de los periódicos o una más amplia audiencia en telediarios, tertulias e informativos en general. Pero al mismo tiempo que nos alimentan con ese tipo de información, la desinformación que se nos ofrece es más acusada, más incisiva. 

Aun a pesar de todo, si miramos con atención a nuestro alrededor encontramos razones para ser optimistas. Todo no es de color grisáceo, pudiendo atisbar ciertas realidades esperanzadoras. No es cierto, por ejemplo, que nuestra juventud esté desorientada. Estoy convencido de que en gran medida sabe qué es lo que quiere y lucha diariamente por hacer de la nuestra una sociedad mejor y más participativa, a la vez que solidaria. Y ello me hace pensar que algo debemos haber hecho bien en los últimos cuarenta años. 
 
Las señales que emite la sociedad vasca en su comportamiento son de intensidad y sentido diversos – como debe ser en cualquier colectivo vivo que se precie- y desde mi pequeña atalaya observo más claros que oscuros en su balance, quedándome con esa impresión. Solamente desde el optimismo se puede avanzar y nuestra sociedad está fundamentada en una plataforma humana como nunca antes ha tenido. Por eso soy optimista en relación a los que han cogido nuestro testigo. 


Traducción del original en euskera, que publiqué en mi blog Etorkizuna Etorkizun el 01 de diciembre de 2014.
 

Argazkiak: Tere Anda

http://www.fentmuntanyaiformacio.es