El 16 de diciembre de 1937 era fusilado en el cementerio de Derio el joven
de 21 años Jose Mari Azkarraga Mozo. Militante del PNV, había sido comisario
político de los batallones Ariztimuño y San Andrés. Han transcurrido setenta y
cinco años desde aquella triste mañana, y el recuerdo de Azkarraga aún se
mantiene vivo, tanto en los que –cada día menos- tuvieron la suerte de
conocerle personalmente, como de todos los que por motivos varios hemos podido
ahondar en la trayectoria del joven que pagó con su vida el pecado de haber
amado a su tierra vasca.
Nacido y criado en una familia nacionalista y vascófila, muy pronto surgió
en Jose Mari el interés por la cultura de su pueblo. Siendo estudiante de
Derecho en Madrid fue nombrado en 1933 presidente de la Asociación de
Estudiantes Vascos. Afiliado al PNV y a Solidaridad de Trabajadores Vascos,
comenzó en 1932 una extensa actividad en publicaciones vascas, bajo el
seudónimo de “Lur-Gorri” El alzamiento franquista del 18 de julio de 1936 le
cogió en Aramaiona, lugar donde pasaba su familia largas temporadas.
Se puso inmediatamente al servicio de su partido quien le encargó la
organización de la célula que más tarde llegaría a ser el batallón Amayur, con
jóvenes, fundamentalmente, de Aramaio y Valle de Léniz.
Llegó al frente de guerra en calidad de corresponsal para
el periódico Euzkadi, cubriendo los acontecimientos desde Legutiano hasta el
escenario de Asturias. A mediados de 1937 fue nombrado comisario político del
batallón Ariztimuño y más tarde del San Andrés. Hecho preso en el denominado
pacto de Santoña y tras un simulacro de
juicio fue condenado a muerte y fusilado. Segaron así la vida de un joven
entregado a su pueblo, quien en los postreros momentos tuvo arrestos para
escribir varias cartas que dieron la vuelta al
mundo por ser modelos de entereza y dignidad.
Jose Mari Azkarraga fue un vasco entregado en conciencia a rescatar para
toda la sociedad los valores culturales y sociales de su país. Trabajó sin
desmayo en ese objetivo, como lo demuestra el que, con la condena a muerte
promulgada y siendo consciente de que no habría para él indulto alguno, tuviera
en El Dueso el valor suficiente para escribir en la revista clandestina
“Espetxean”, en donde su último artículo –¡8 de diciembre de 1937!- versó sobre
el poeta euskaldun Esteban Urkiaga “Lauaxeta” fusilado también en Junio del
mismo año.
En el número cuatro de la citada revista que se escribía, lógicamente, por
los presos a mano, hay con fecha 25 de diciembre un artículo anónimo dedicado a
“Lur-Gorri”, con el título de “Flor caída”. Dice entre otras: “Has sido
digno del poeta que te precedió en la muerte. Cuando trazaste la introducción a
su poesía póstuma, no presentías tan próximo tu fin. Cantabas a la Inmaculada,
y en tu prosa palpitaba el cariño hacia el hermano y la admiración hacia el
poeta. ¡Ah, si yo pudiera honrarte como tú honraste a Lauaxeta!”
No puedo dejar de incluir
en estas líneas, un poema escrito por “Lur-Gorri”, que –en mi opinión- encierra
el sentimiento que aquel joven supo transmitir allá por donde pasó: “Y
cuando lejos de ti, ya de mí se olvide el mundo; cuando nadie sepa ya que de
esos valles oriundo soy y en ellos nací, mi corazón te amará”
Información adicional sobre Jose Mari Azkarraga "Lur-Gorri":
Vídeo: http://youtu.be/pz4OfwY3UlA
Libro: http://www.euskomedia.org/PDFAnlt/mono/lurgorri/00005095.pdf
Traducción del artículo que escribí en euskera en mi blog Hots Begi Danbolinak el 12 de diciembre de 2012.
Información adicional sobre Jose Mari Azkarraga "Lur-Gorri":
Vídeo: http://youtu.be/pz4OfwY3UlA
Libro: http://www.euskomedia.org/PDFAnlt/mono/lurgorri/00005095.pdf
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Traducción del artículo que escribí en euskera en mi blog Hots Begi Danbolinak el 12 de diciembre de 2012.