jueves, 25 de febrero de 2016

LIBERALISMO CONTRA LIBERTAD


Decía días pasados Varoufakis que cuando los del stablishment no están de acuerdo con el resultado de las urnas la democracia está en peligro. ¡Vaya novedad! De todos modos, no me parece inadecuado que el ex ministro de Finanzas griego haya repetido esa letanía, por lo menos para que nos concienciemos y no nos engañen. 

Cuando alguien me dice que es liberal tomo todas las medidas para guardarme y guardar, a su vez, la cartera, porque me la puede birlar en cualquier momento. No hay nada más peligroso en política que un liberal. En cuanto algo no va a favor de sus intereses se convierten automáticamente en intervencionistas, pidiendo a gritos la salida a la calle del ejército. 

¿Y qué decir de los que se autodenominan liberales de izquierda o de derecha? Pero, señores, ¿alguien ha visto algún pájaro que, en el espacio infinito, vuele solo en las zonas sombrías o en las soleadas? Parece que la definición de liberal debería permitir estar abierto a todas las ideologías y yo no he conocido aún nadie con esas características. 

Izquierda/derecha y liberalismo es una incongruencia. Y no sé si por casualidad, pero lo cierto es que liberalismo se alinea con la derecha, siempre, aunque quien defienda su credo adorne los discursos con hermosas y huecas palabras. El liberalismo y la libertad son antagónicos.

¡Los conoceréis por sus obras! Pues eso, que Dios me libre de los liberales que de los fachas ya me libro yo.

Argazkiak: Wikipedia

Traducción del original en euskera, que publiqué en mi blog Etorkizuna Etorkizun el 25 de enero de 2016.



 

viernes, 5 de febrero de 2016

EL TORNADO 2016


El conocimiento holístico creciente y no otra cosa es el causante del avance de la sociedad. La revolución más progresista es la que se basa en la educación y no en la edulcorización, por mucho que algunos insistan en la bondad del caramelo envuelto en papel de colores. El edificio de la esperanza sólamente puede levantarse sobre la capacidad  de reflexión crítica y para ello es necesario el elemento cohesionador cultural, que evita se desplomen las paredes.

El saber no crece espontáneamente sino que es fruto de un proceso largo. El estudio, la acción, la reacción, la disciplina y el compromiso son necesarios para que surja el conocimiento. Por contra, la improvisación, la desidia, la superficialidad no son sino señales precursoras del más absoluto fracaso.

La lucha cultural nos debe conducir siempre por el sendero del sacrificio. En caso contrario, no es cultura. Los fuegos de artificio son espectáculo para una única noche y mientras eso no se asuma seguiremos atrapados en el tornado 2016, ad eternum.


Traducción del original en euskera, que publiqué en mi blog EtorkizunaEtorkizun el 23 de noviembre de 2015.

Fotografía: JMVM