Decía días pasados
Varoufakis que cuando los del stablishment no están de acuerdo con el resultado
de las urnas la democracia está en peligro. ¡Vaya novedad! De todos modos, no
me parece inadecuado que el ex ministro de Finanzas griego haya repetido esa
letanía, por lo menos para que nos concienciemos y no nos engañen.
Cuando alguien me
dice que es liberal tomo todas las medidas para guardarme y guardar, a su vez,
la cartera, porque me la puede birlar en cualquier momento. No hay nada más
peligroso en política que un liberal. En cuanto algo no va a favor de sus
intereses se convierten automáticamente en intervencionistas, pidiendo a gritos
la salida a la calle del ejército.
¿Y qué decir de los
que se autodenominan liberales de izquierda o de derecha? Pero, señores, ¿alguien
ha visto algún pájaro que, en el espacio infinito, vuele solo en las zonas
sombrías o en las soleadas? Parece que la definición de liberal debería
permitir estar abierto a todas las ideologías y yo no he conocido aún nadie con
esas características.
Izquierda/derecha y
liberalismo es una incongruencia. Y no sé si por casualidad, pero lo cierto es
que liberalismo se alinea con la derecha, siempre, aunque quien defienda su
credo adorne los discursos con hermosas y huecas palabras. El liberalismo y la
libertad son antagónicos.
¡Los conoceréis por sus obras! Pues eso, que Dios me libre de los liberales que de los fachas ya me libro yo.
¡Los conoceréis por sus obras! Pues eso, que Dios me libre de los liberales que de los fachas ya me libro yo.
Argazkiak: Wikipedia
Traducción del original en euskera, que
publiqué en mi blog Etorkizuna Etorkizun el 25 de enero de 2016.