viernes, 15 de diciembre de 2017

EL VINO Y LA PALABRA



La uva es naturaleza y el vino arte, como lo son la voz y la palabra, respectivamente. La capacidad del habla se nos da por naturaleza y a través de la palabra somos capaces de crear vibraciones que pueden alegrar  o entristecer el espíritu. La voz es una capacidad innata y la palabra su herramienta, la potencial productora de arte. 

Se puede conseguir vinos diferentes de la misma cosecha. Todo depende de la habilidad y recursos de quien maneja la uva. Algo similar sucede con los discursos, ya que pueden resultar totalmente diferentes aunque se utilicen el mismo tema e igual tono e intensidad de voz. Unos serán dignos de aplauso y otros indiferentes o incluso condenables. 

Es imposible el arte a través de la palabra si en el ejercicio no se pone más que el orden y la grandilocuencia de los términos utilizados. Se necesita aportar un poco de alma si no se quiere que el discurso caiga en una retahíla de aseveraciones cuadriculadas. Y me estoy dando cuenta de que cuanto más viejo soy más me importunan los discursos cerrados, sin oportunidad a la chispa estimulante de sentimientos. No me interesan, los considero estériles. Quizás por ello, mientras la cuidadísima y ortodoxa intervención de un obispo me producen vibraciones negativas, el nerviosismo de una chica ante su auditorio pone en sus palabras algo similar a una caricia en momentos dolorosos. Esto último es arte. Lo del purpurado, disertación yerma.

Traducción del original en euskera, que publiqué en mi blog Etorkizuna Etorkizun el 11 de noviembre de 2017

Argazkia: Tere Anda

viernes, 3 de noviembre de 2017

CINCUENTA AÑOS DESPUÉS


En octubre se cumplen cincuenta años de la irrupción en el mundo musical del grupo donostiarra Los Amis. No creo que encontremos en ninguna enciclopedia especializada el nombre de dicho “conjunto”, pero la efeméride me ha venido como anillo al dedo para echar una mirada hacia atrás y recordar aquella época, “tal si fuera hoy”


Con Los Amis nos adentramos en el camino de la modernidad desde aquel espacio cerrado  donostiarra; eso, si es que se puede llamar modernidad al ambiente que se respiraba en el coto universitario de los EUTG. Dimos nuestros primeros pasos sin saber muy bien hacia dónde nos encaminábamos, ejercicio difícil de resolver ya que la oscuridad que nos envolvía no nos permitía observar el horizonte. Acababa de morir el “Che” Guevara, mientras el general dictador seguía con salud de hierro. Los conflictos sociales se multiplicaban, aunque los medios de comunicación alineados con el régimen trataran de ocultarlo. Crecía sin parar la violencia política en nuestro solar vasco, y si bien en ciertas ocasiones actuábamos en primera línea, en la mayoría de los casos nos convertíamos en meros espectadores pasivos, paralizados por el miedo al terrible sistema de represión. Y en aquel día a día Los Amis nos invitaban a la oración o a condenar la guerra de Vietnam.

Los componentes del grupo, Eduardo Moreno, Paco Vicente, Luis Escalante y Eduardo Ortuzar, que además eran compañeros nuestros de pupitre, pronto dejaron las guitarras y abordaron diferentes -¡y bien diferentes, por cierto!- objetivos. Como al fin y a la postre lo hicimos todos nosotros. 

Cincuenta años después abro los ojos y veo dictadores, y conflictos sociales, y violencia política … y me doy cuenta de que hasta he dejado de rezar.

Traducción del original en euskera, que publiqué en mi blog Etorkizuna Etorkizun el 30 de octubre de 2017
ASÍ SONABAN LOS AMIS EN SU PRIMER DISCO

Foto: JMVM