viernes, 16 de diciembre de 2016

HOMO VIATOR

No hemos nacido para permanecer quietos. El instinto de todo ser viviente es moverse, y lo contrario no deja de ser sinónimo de muerte. Hasta los incapacitados físicos más profundos se mueven sin parar por íntimas autopistas, rápidas o lentas según las características del trazado. Pero siempre están en movimiento.

Eso es lo que somos, homo viator, viajeros sin descanso, aprendiendo a cada momento, sacando provecho de nuestro paso por acostumbrados escenarios o por parajes desconocidos. Hay quienes definen como tránsito el paso de una eternidad a otra, estando claro que a través de esa palabra se acota el viaje desde algún lugar hasta un no se sabe dónde.

Soy de los que relacionan el movimiento con la riqueza espiritual. El viajero destila espíritu positivo, siempre dispuesto a aprender y a levantarse de nuevo, cuantas veces caiga. El viaje, si se quiere, puede ser accidental. Pero no dejará de ser movimiento. Me es lo mismo que sea viaje interior o externo. Lo importante es moverse. Ser viajero.


Traducción del original en euskera, que publiqué en mi blog Etorkizuna Etorkizun el 21 de noviembre de 2016

Fotografía: Tere Anda

viernes, 2 de diciembre de 2016

EN SILENCIO Y POR MI CUENTA

Cada vez tengo más claro que para creer en lo sobrenatural he de despojarme de todo ropaje humano. La apestosa ortodoxia me ahoga y sólo desnudo puedo cruzar el puente hacia la trascendencia.

No necesito catecismos y me siento mucho más a gusto recogido en mi interior que en templos intervenidos por el hombre. La experiencia acumulada me dice que la mano humana contagia de aire interesado la superficie de la vida, y para poder dar respuesta a las preguntas imposibles de responder debo refugiarme en silencio en lo más profundo de mi alma (que, por otro lado, no sé qué es) Me sobran para ese ejercicio todos los altavoces, los cuales no me acercan otra cosa que ruido insoportable.

Los límites, corsés y supersticiones se me hacen insoportables ya que me niegan la libertad de elección. Y si algo debo (y deseo) esperar de lo sobrenatural será porque yo lo he descubierto. En la búsqueda de la verdad absoluta no puede darse la intervención humana,  por lo que nadie me convencerá de lo que yo mismo no me he convencido. Y aunque me quede con la mitad del camino recorrido, no pasa nada; por lo menos, me he esforzado. 


Traducción del original en euskera, que publiqué en mi blog Etorkizuna Etorkizun el 28 de noviembre de 2016

Foto: Tere Anda

viernes, 7 de octubre de 2016

REQUIESCAT IN PACE

En política participativa soy tan viejo como todos los que dieron el salto a la democracia en el lejano junio de 1977. En aquella primera cita con las urnas nos acercamos a ellas llenos de ilusión, confiando en que con nuestro voto íbamos a proporcionar un nuevo color y una nueva forma de participar al marco político hasta entonces conocido. Tras cuarenta años – dos generaciones- las cosas se ven de otra manera.

En el mundo de los negocios en dos generaciones suelen desaparecer muchas empresas en un principio pujantes. Los logros de unos pioneros ilusionados pueden ser echados a pique por unos herederos pasivos y faltos de imaginación. Los zánganos incrustados en el negocio paralizan la dinámica de las abejas obreras, agotando las reservas, y la empresa cierra. En dos generaciones se ha sido capaz de poner el requiescat in pace. Se han olvidado de empujar debidamente y la desesperación y el desánimo se han apoderado de los trabajadores.

Proceso semejante se da en el mundo de la política. Los zánganos obstaculizan toda renovación, mientras desde su incapacidad hacen responsable al prójimo de su propias calamidades. Son incapaces de darse cuenta que el problema son ellos. Sin renovar el aire no se puede avanzar, la situación se hace irrespirable. Y como consecuencia, los votantes – los ciudadanos normales- son los perjudicados, por ser el eslabón más débil de la cadena. Quienes no invierten en mejorar sistemas, metodologías, productos y – al fin y a la postre- en el bienestar de los trabajadores se ven condenados a cerrar la empresa. Sucede igual con los partidos políticos: la esclerosis mental puede llevarles al desastre más impresionante, en dos generaciones. Y entonces la formación política debe cerrar sus puertas.

Nota: con el último verbo he arriesgado bastante, ya que los partidos no suelen mostrar interés de cerrar !Ah! Y la precedente reflexión está dedicada al PSOE, con motivo del esperpéntico espectáculo que nos está ofreciendo.

Traducción del original en euskera, que publiqué en mi blog Etorkizuna Etorkizun el 3 de octubre de 2016

viernes, 23 de septiembre de 2016

A VUELTAS CON LA LITERATURA EN EUSKERA



De jovencitos tuvimos que leer “El Quijote” En edición reducida, claro está, pero es una realidad que el sistema educativo franquista nos sirvió la oportunidad de acceder a una de las joyas de la literatura española, diría que para nuestro goce, aunque yo no tenía por entonces más que nueve inocentes  años. “Don Kijote Mantxako” – como lo traduciría unos años más tarde Pedro Berrondo- nos proporcionó ratos agradables con sus idas y venidas, introduciéndonos inadvertidamente por los cauces literarios y preparándonos para objetivos posteriores más ambiciosos para nuestros espíritus.

El franquismo murió hace tiempo – si bien han aparecido, eso sí, los neofranquistas- y en aquella esperanza de tiempos mejores llegamos a pensar que se abría un nuevo paradigma para la literatura euskaldun. No voy a discutir si se ha cumplido aquel sueño, pero lo cierto es que a las nuevas generaciones vascas no se les ha enseñado debidamente los referentes más significativos de la literatura clásica en euskera. Y en ese aspecto son ignorantes.

Alguno me puede preguntar para qué vale que se muestre a la juventud de una manera amplia y atractiva el, por ejemplo, “Actto para la Noche Buena” de Pedro Ignacio de Barrutia. A esa pregunta sólo se puede contestar con la lógica de la inteligencia, y mucho me temo que el cuestionador no entendería la respuesta. 

Foto: JMVM  

Traducción del original en euskera, que publiqué en mi blog Etorkizuna Etorkizun el 22 de agosto de 2016

viernes, 16 de septiembre de 2016

PESADILLAS



También me han torturtado en verano, sin piedad. No me han concedido tregua, pasándose por el arco del triunfo mi derecho natural al descanso. Me estoy refiriendo a las pesadillas. Aunque suelen ser de temática y orígen diverso hay las que se repiten con frecuencia y que me transportan a mis años escolares. Les es indiferente la época: pueden ser de cuando cursaba primera enseñanza o de mis tiempos universitarios. Lo que no cambia es el final, en el que siempre me asaltan, dejándome K.O con asignaturas atragantadas que me impiden terminar los estudios. Angustioso.

Y entonces, en ese estado de medio vigilia consciente realizo un gran esfuerzo, me despierto y me repito a mí mismo que, afortunadamente, estoy jubilado, que hace unos sesenta años superé aquel exámen de divisiones que me trajo de cabeza, y que los áridos temas de la carrera como Estadística, Análisis Operativo, Bretton Woods, Teoría de Balances, Fortran, Cobol etc quedaron atrás, per in secula seculorum. Desgraciadamente, claro está.

Foto:  JMVM (exámen de divisiones, de Ingreso de bachiller)

Traducción del original en euskera, que publiqué en mi blog Etorkizuna Etorkizun el 14 de agosto de 2016
 

viernes, 9 de septiembre de 2016

POBRES Y RICOS



Provengo de personas que, generación tras generación, criaron y domesticaron bueyes y caballos, roturaron la tierra, cortaron leña, recolectaron frutas y hortalizas y durante toda su vida descansaron en la misma cama, tras duras jornadas al son metálico de la obligada herramienta. En su pobreza creían en Dios como última solución. Y murieron con la esperanza de una vida mejor.

Era época en la que se pensaba que el pobre, que en el mejor de los casos comía chicharro, llegaría al coto celestial más fácilmente que el rico que se atiborraba de exquisiteces terrenales. “El rico merluza del infierno; el pobre gloria del cielo”  ("Aberatsa, infernuko legatza; pobria, zeruko gloria" ) dice el refrán euskaldun, y de esta guisa delimitaban nuestros antecesores su modo de vida sobre la superficie de este planeta. 

Ahora hay veces en que la merluza está más barata que el chicharro y por lo que dice la iglesia parece que ha desaparecido el riesgo del infierno. ¿Qué es lo que diferencia, por tanto, al rico del pobre?



Traducción del original en euskera, que publiqué en mi blog Etorkizuna Etorkizun el 25 de julio de 2016

Foto. Tere Anda

viernes, 22 de julio de 2016

VOCACIONES OCULTAS. VICENTE GOIKOETXEA



Los estudios preparatorios que realizamos antes de abordar el mundo laboral no garantizan, ni mucho menos, que nuestra vida profesional se encamine por el sendero marcado por aquellos. Existen varias razones: la primera, que acertar con los estudios suele resultar una especie de lotería. La vocación es cosa de muy pocos elegidos, mientras que la inmensa mayoría quedamos con la duda de si habremos dado en la diana. Por otro lado está el que, aunque se haya acertado en la elección, la aplicación profesional de los conocimientos teóricos adquiridos con los estudios depende del mercado de trabajo y de alguna otra circunstancia. 

Todo eso viene a mi mente con motivo del centenario que en el presente año se celebra de la muerte del insigne compositor vasco Vicente Goikoetxea y tras comprobar cuáles fueron sus diversas experiencias formativas y laborales. 

En su casa natal de Aramaiona se dedicó en su juventud a la hostelería. Tras ello cursó estudios de leyes y se preparó para ejercer como notario. Cierto día abandonó todo ello para realizar estudios eclesiásticos. Y tras ordenarse como sacerdote abrazó en cuerpo y alma la musica culta. 

Goikoetxea ha pasado a la historia musical europea como gran compositor. Seguramente habría sido un buen notario pero fue la  música la que lo elevó al olimpo de los elegidos.

Traducción del original en euskera, que publiqué en mi blog Etorkizuna Etorkizun el 13 de junio de 2016.

Fotos: JMVM