miércoles, 25 de mayo de 2011

POR LA CALIDAD HUMANA HACIA LA LIBERTAD (2/de 3)


(Primera parte)

Resultó ser un salto impresionante en la evolución mental de la humanidad. Si en alguna ocasión hubo un homo naturalis, éste murió en aquel preciso momento. Y desde entonces, generación tras generación, los poderes naturales se han ido olvidando para caer la humanidad en la red de la técnica envolvente. La técnica ha ido venciendo a la oscuridad, a la distancia, a las plagas, pero la falta de seguridad se ha ido haciendo más palpable. Al mismo tiempo, la incoherencia y el desorden político, económico y social han influido directamente en los bandazos de las sociedades. Y el homo technicus, ciego en su proceder, pretende hallar la solución a tal desorden en el puro desarrollo científico, dando la espalda al rosario de fracasos inducidos por esa creencia. Es la lógica de la rueda sin fin.

La superestructura de nuestro mundo tecnológico ofrece muy pocas oportunidades de reflexión a la persona, y le invita a pensar constantemente en la búsqueda de dinero y poder, como objetivos de esta vida. Y mientras el mercantilismo y el afán de enriquecimiento envenenan las relaciones entre los hombres y mujeres, el ansia de progreso privado impide la realización de nuevos ideales colectivos.

La primigenia igualdad del homo naturalis dio paso, como consecuencia de la esclavitud ante la técnica, a la era de las injusticias y diferencias. Deficiencias y errores profundos incuestionables han dividido el mundo, en contra de la ley natural. Y la técnica mal empleada ha aumentado aún más la diferencia entre los individuos. No hay que mirar más que un poquito a nuestro alrededor para darnos cuenta de esa triste realidad. La velocidad en el desarrollo tecnológico ha debilitado la capacidad de sensibilidad a esa persona que camina hacia el siglo XXI en un frenético proceso de producción sin límite.

En las sociedades del pasado, los modelos referenciales permanecían inalterables durante más tiempo. La naturaleza, controlador directo de todo ser vivo, mostraba una perdurabilidad sostenible, a través de referencias inmutables como montes, ríos y bosques. Hoy en día, por el contrario, no solo esas constantes sino todos los imperios erigidos por el hombre a costa de la destrucción de la naturaleza pueden desaparecer de la faz de la tierra en unos pocos instantes. Las distancias se han reducido; se han transformado las dimensiones medibles. Y desde el mismo momento del nacimiento se nos viola con el peso inmenso de la dependencia hacia alguien que no conocemos, pero que sabemos está ahí. La alegría sincera es mercancía muy cara y solamente se nos permite el falso júbilo en momentos obligados y de cara a la galería. La naturalidad ha dado paso a la artificialidad.

(seguirá)

Traducción al español del original en euskera, publicado en EUSKALDUNON EGUNKARIA, el 12 de septiembre de 1991.

miércoles, 18 de mayo de 2011

POR LA CALIDAD HUMANA HACIA LA LIBERTAD


Extraordinaria noche oscura y cálida de verano. Sentado en el jardín, el canto de decenas de cigarras me permite recogerme en mi silencio interior. Una ligera brisa me acerca el eco del casi imperceptible golpeo del agua contra la orilla del embalse. En el inmenso cielo estrellado, el graznar de un bando de garzas marca el rumbo hacia su descanso nocturno. A lo lejos, puedo distinguir el colorido rosáceo de una tormenta. Cierro los ojos y por un momento he transformado mi homo technicus con el que genéticamente me identifico desde hace unas generaciones en un homo naturalis.

He vivido una sensación de placer inexplicable, como si se hubieran disipado de repente los quebraderos de cabeza acumulados en mis largos años de trabajo. He vuelto a los comienzos, quizás a los mismos del viaje que la humanidad ha realizado desde aquel principio. He vuelto a nacer en el mundo natural anterior al hombre, ajeno a todo control perpetrado a través de la sofisticación tecnológica. He olvidado por completo los cuadros de ventas, los planes de inversión, las reivindicaciones laborales de los trabajadores, los consejos de administración y, en general, todas y cada una de las cegadores disputas de nuestra vida cotidiana. Y he reflejado mis actuales carencias en aquel desnudo prehistórico ser.

Alguien que hubiera leído mi pensamiento habría podido decir que andaba equivocado, ya que el hombre (o mujer) que me imaginaba libre de todo condicionamiento técnico no había existido nunca; de la misma manera –habría seguido argumentando- que tampoco existe nadie totalmente tecnificado en su itinerario vivencial. Pero me sentía a gusto y haciendo un paseo por el recorrido histórico de la humanidad me he lanzado en busca de los hitos que han marcado el cambio de mentalidad, queriendo dar con el espíritu creador y animador de aquellos. Sé que no era nada original ya que en este mundo lleno de crueldad, envidia y violencia existen muchas personas con el mismo objetivo que yo, que no es otro que volver a gozar del espíritu.

Libre del ruido insoportable de los motores, desligado de la dictadura implacable de la informática, he diseñado en mi interior una exclusiva dependencia de la naturaleza. Y he imaginado a los antecesores de los habitantes de Santimamiñe, Ekain y Zubialde, con todas sus limitaciones y libertades. La naturaleza marcaba sus pautas de actuación, totalmente cautivos de realidades naturales incontrolables. Debían de hacer frente a un futuro marcado por las grandes dudas –si es que habían concebido aún el concepto de duda- y surgió la veneración por aquel entorno todopoderoso. Todos los libros sagrados nos hablan de fenómenos naturales que, una vez dominados, hicieron surgir al “hombre libre”. Del animismo se pasó al monoteísmo, a través del politeísmo.

(seguirá)

Traducción al español del original en euskera, publicado en EUSKALDUNON EGUNKARIA, el 12 de septiembre de 1991.


jueves, 12 de mayo de 2011

ANTE LA DESAPARICIÓN DE ETA



Parece que ahora va en serio, y que por fin la sociedad de Euskal Herria podría quedar libre de la violencia de ETA. Existen indicios para pensar así y los vascos estamos más esperanzados que nunca ante el nuevo escenario político que pueda surgir.

El látigo de ETA ha golpeado nuestra sociedad a todos los niveles. Y nadie se ha librado de sus consecuencias. Todos tenemos a alguien en el activo o en el pasivo del macabro balance, y si se analizara objetivamente lo sucedido en estos cincuenta años, coincidiríamos en designar a este período como uno de los más lúgubres de la historia de nuestro Pueblo.

Hace unos días conversaba con un amigo, compañero de curso de carrera hace cuarenta y cuatro años, acerca de la sombra que ha proyectado ETA en nuestra promoción. Y me quedé de piedra ante el tamaño de la huella que dicha violencia ha dejado, de una manera o de otra, entre nosotros. Ha sido tremendo, percepción que en su conjunto no la tenía tan clara hasta la citada charla, seguramente debido a que el tiempo va borrando las huellas y la capacidad de sintetizar. Y prometí a mi amigo que haría un ejercicio recordatorio, para que, por lo menos, lo sucedido no se nos borre de la memoria.

Eduardo Moreno “Pertur” y Santi Oleaga, ambos asesinados. José Luis Arrasate, víctima de secuestro, lo que le hizo enfermar y –que a la postre- le ocasionó la muerte. Los tres son víctimas no anónimas. Los tres hijos de Euskal Herria, como otros muchos. Sus familiares no podrán nunca llenar su vacío.

Tenemos también los que han visto a su padre/suegro/hermano/cuñado/... ser abatidos por las balas de ETA. Y los que han tenido que abandonar el País Vasco en contra de su voluntad. Y, así mismo, los que han contemplado cómo una carga explosiva hacía volar su negocio por los aires. Y, por supuesto, los que para que les dejaran vivir en paz han tenido que pasar por caja. A todo esos no los cito por su nombre, los mantendré anónimos, ya que al no poder sacudirse el miedo... y el asco que les supera, no esperan nada de una hipotética normalización de nuestra sociedad.

Expresándolo en números, de un colectivo cercano a los cuarenta compañeros, quince han sufrido directamente las garras de ETA, desde la incapacidad y el silencio.

En estos momentos en que el cielo de Euskal Herria parece ir clareando a medida que pasan los días, desde este rincón de mi blog he querido tener un pequeña recuerdo para todos los compañeros de la XII Promoción de la ESTE que sufrieron la irracionalidad de la violencia.

Y os invito a escuchar una canción del desaparecido Eduardo Moreno “Pertur”

http://www.youtube.com/watch?v=h40uK7GS0Ww


Traducción al español del original en euskera, publicado en mi blog ETORKIZUNA ETORKIZUN , el 9 de mayo de 2011.