Estaba desayunando en la cafetería que acostumbro en Mondragón con mi amigo Pedro, tres años más joven que yo. El leía las noticias del periódico y me las iba comentando, mientras por mi parte mojaba la tostada en el café con leche. “Esta teoría del Bing Bang no la entiendo” me dijo. Pedro es cristiano creyente y en su esquema sobre la creación del universo prima lo que le – nos- enseñaron en el colegio. Es por ello que a él no le cuadra la teoría que científicos aventajados tienen sobre el principio de las cosas y yo le comprendo perfectamente. Ambas teorías han sido elaboradas por personas, algo que las relativiza.
“Sólo Dios puede saber cómo comenzó todo. Y
cuando llegue a él el día del juicio final le preguntaré qué pasó en realidad …
Me gustaría conocer más de esa teoría del Bing Bang”
Unos segundos más
tarde, y leyendo en el mismo periódico volvió con otra noticia: “Parece que están negociando con los
argelinos” Enseguida me di cuenta de que
se refería a las conversaciones existentes para traspasar Fagor
Electrodomésticos. Estaba a punto de dar el último trago al café con leche y le
solté a bote pronto, con todo respeto hacia su fe cristiana: “Oye Pedro, ¿por qué cuando llegues a Dios no le preguntas por lo sucedido en
Fagor?"
Y él, con su
tranquilidad característica, va y me suelta: “¿Crees que será capaz? Me quedé con la boca abierta. Menos mal que
había terminado el café con leche.
Este
artículo lo publiqué en euskera en mi blog ETORKIZUNA ETORKIZUN el 24 de marzo de 2014
No hay comentarios:
Publicar un comentario