Yuri Gagarin |
Como seguramente los más jóvenes no lo conocerán, he de
aclarar que ese nombre quedó grabado en su día con letras al fuego y que
corresponden a la persona que realizó la primera vuelta alrededor de la órbita
de nuestro viejo planeta. Era soviético y sucedió el 12 de abril de 1961, en un
momento en que la cada día más insostenible guerra fría entre norteamericanos y
“rusos” había alcanzado cotas inimaginables, resultando que con aquel logro
cosmonauta los súbditos del Kremlin se adelantaban a los forofos del Tío Sam.
El viaje no duró más de una hora y cuarenta y ocho minutos y nada más
volver a poner los pies en la tierra Gagarín se soltó el pelo anunciando que no
había visto a Dios entre las estrellas. Así de sencillo.
Han transcurrido treinta años desde aquella hazaña y el
mundo sigue siendo mundo. El pionero Gagarín dio paso a otros muchos más
astronautas en la carrera cósmica –como se le denominaba en la época- y los
viajes espaciales se han multiplicado, como todo el mundo lo sabe. El Vostok I
quedó arcaico hace tiempo, reducido a historia por aquello de las tecnologías
que avanzan que es un primor. Nuevos y rompedores proyectos superan cada día
las marcas anteriores y todos tan contentos. A los hombres y mujeres nos llenan
de estupor los avances en la conquista sideral y somos capaces de interpretar
los más absurdos sueños lunáticos (por aquello de querer posicionarnos en la
luna) Pero al mismo tiempo aquí en la tierra nos rodea la misma o mayor
miseria, miremos a donde miremos. No hemos adelantado absolutamente nada.
“A mí mucho más simpática se me hizo la perrita “Laika” me confesaba mi amigo Xabier Mendiaga el otro
día, recordando aquella criaturita que montada en un Sputnik tres años antes
que Gagarin regresó a la tierra... y no dijo nada. Obviamente, no abrió la boca
porque murió en órbita. Pero...
Sufriendo como sufrimos todas las frases y retóricas provocadoras y sin
sentido que sin tregua nos ofrecen desde multitud de otras órbitas de nuestro
alrededor, pienso que estaríamos mucho más a gusto si en vez de cohetes y
cachivaches explosivos multicolor nos obsequiaran con algún mensaje de
esperanza.
Traducción del original en euskera, que publiqué en Euskaldunon Egunkaria el 4 de abril de 1991
Laika perra espacial soviética que se convirtió en el primer ser vivo terrestre en orbitar la Tierra. del 3 de Noviembre.
ResponderEliminarHortxe, zain egoten zara, ala? Ederto!! Irakurle bakar batengatik ere mereziko luke idaztea... Egun ona izan!!
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